Quizás DIOS no pide tanto de ti, Simplemente que te atrevas hoy a CAMINAR hacia Él.
Quién sabe si mientras avanzas se empiezan a caer las cadenas. Quién sabe si en el camino se te sueltan las manos y logras levantarlas al cielo. ¿Y si se te caen también las escamas y puedes ver mejor el Propósito de DIOS en medio de tus circunstancias?
Quién sabe si se despierta el Guerrero o la Guerrera que hay en ti. O se te abre la garganta y das un Grito de Victoria.
Quién sabe...
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la Gracia, para alcanzar misericordia y hallar Gracia para el Oportuno Socorro. Hebreos 4:16
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