Algunas (o muchas?) veces juzgamos las cosas según el efecto que producen en nosotros. Declaramos que las circunstancias o las personas son "malas" si trastornan nuestros objetivos o nos resultan inconvenientes. Pero, si coincidimos con ellas y benefician nuestra causa, las juzgamos como "buenas"...
Sin embargo, DIOS es quien determina que es bueno y que es malo, y no lo hace según como afecte NUESTROS planes, sino en función de que lleven a cabo o no SUS PROPOSITOS...
Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. I Pedro 2:9
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