Quizás el proceso de cada uno es diferente, pero DIOS sigue siendo el mismo.
Tal vez tu sacudida es más Fuerte que la mía, Yo no sé, pero una cosa sí sé...
Las Misericordias del SEÑOR se siguen renovando cada día sobre tu vida y la mía para Salvación.
No nos olvidemos de La Gracia. No olvidemos sus Promesas. El SEÑOR insiste en seguir derramando de su Amor sobre esta pobre humanidad.
Hay Oportunidad para Salvación. Abre las puertas de tu corazón y permítele entrar y continuar la obra que un día comenzó.
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