Prometí que no me iba a volver a alejar de TI, y aquí estoy nuevamente pisando territorio enemigo… Prometí que nunca más tropezaría con la misma piedra y he vuelto a caer…
En dónde fue que resbalaron mis pies SEÑOR? Cuál fue la Palabra tuya que no entendí?... Porque mi corazón insiste en hacer Su Voluntad y pareciera que no tengo control sobre mis emociones.
Por qué en el silencio de la noche prefiero huir antes que enfrentarte?... Ayúdame mi DIOS, necesito hoy más que nunca estar quieto. Quieto, para hablar contigo, quieto para oír Tu Voz y obedecerte.
Perdóname una vez más, Padre… y ayúdame a entender que solamente a tu lado puedo caminar con confianza porque TÚ nunca me dejarás caer!!
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