Quién dice que Los Procesos no duelen?
Claro que sí. Nos sentimos atrapados y por qué no decirlo, desconsolados… Y en medio de todo, en ocasiones, pensamos que DIOS nos ha abandonado y que ya nunca más sentiremos el viento soplar a nuestro favor… Y que terrible malestar provoca en nosotros este momento cuando creemos que nunca más nos volveremos a levantar.
Somos sacudidos, quebrantados, pasados por el fuego… y en ocasiones, nos atrevemos a preguntar: En dónde está DIOS? …Lo sé porque también lo viví!
Y despertamos en la mañana asustados y ya no deseamos hacer nada. Y qué triste se torna el panorama cuando tratamos de buscar ayuda y no encontramos a nadie que nos dé una mano.
Los Procesos duelen… pero DIOS es Fiel… Son necesarios y no hay que desesperarse, solo resistir!
Jehová, Roca mía y Castillo mío, y mi Libertador; Dios mío, Fuerte mío, en El confiaré; Escudo mío, y el Cuerno de mi salud, mi Refugio. Salmos 18:2
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