Quién no ha sentido alguna vez en su vida una carga tan pesada que parece que lo va a aplastar?... Y quién no ha querido salir corriendo, y huir al lugar más apartado del mundo y GRITAR?...
Sí, porque llegan días en que la vida se vuelve un desastre y parece que nada se va a enderezar. Y cuando la angustia se hace presente, el cuerpo se debilita y se enferma.
Y es normal que en tiempos de tormenta, la ansiedad diga: presente… y las fuerzas nos abandonen...
....pero a mí me gusta saber que tengo un DIOS que Todo lo Ve y TODO lo sabe. Que está pendiente de mi vida y que yo sé, que en cualquier momento me volverá a Sorprender!!!
Porque ÉL es así… Por eso, cuando llega el mal tiempo puedo decir como decía el Apóstol Pablo:
“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del Poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos” ALELUYA!!
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