Este es mi Blog
Un lugar donde guardar palabras que aviven la llama de un FUEGO que
arde en mí, la de la experiencia de Vida, la de una historia de Amor con el
Creador.
Este es un diario para NO OLVIDAR
Estas son MIGAS DE PAN en el camino... por si un día me pierdo... poder
seguirlas y volver a EL
SEÑOR «¡Sálvanos!»
Señor, ¡sálvanos! Cuando los discípulos acudieron a Jesús (Mateo 8:23-25), pudieron decir dos palabras: «Señor, ¡sálvanos!». No había tiempo para discursos preparatorios, ni tampoco era ocasión para intentar impresionar ofreciendo pensamientos profundos o palabras polisílabas. Está oración tenía que ser como una flecha, delgada y puntiaguda, dirigida al corazón del asunto. No le contaron a Jesús todos los detalles de la tormenta; de hecho, ni siquiera mencionaron la tormenta. Él ya lo sabía. No le dijeron a Jesús cómo tenía que salvarles, pues la situación les sobrepasaba. No necesitaban que Él les ayudará a achicar agua o a bajar las velas, sino que necesitaban que hiciera algo, ¡y pronto! Simplemente le pidieron que les salvará (Mt. 8:26-27). Nosotros también hoy nos presentamos como hijos de Él y le decimos al Todopoderoso SEÑOR «¡Sálvanos!»
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