Como cristianos es importante que nuestra vida esté llena de abundante ORACIÓN pero también de la constante ACCIÓN de Su Palabra, no solamente seamos “oidores de su palabra sino también hacedores” de ella.
Recuerda que, quien puede mover la Mano de DIOS en tu vida eres tú, provoca ese milagro orando y actuando.
La FE y la ACCIÓN van unidas, así que dobla rodillas de mañana, tarde y noche sin dejar de actuar con fe.
Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos. Efesios 6:18
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