Tú, SEÑOR, eres mi Pastor. Contigo nada me falta. Me haces descansar en verdes pastos, y para calmar mi sed me llevas a tranquilas aguas.
Me das nuevas fuerzas y me guías por el mejor camino, porque así eres Tú. Puedo cruzar lugares peligrosos y no tener miedo de nada, porque Tú eres mi Pastor y siempre estás a mi lado...
Me guías por el buen camino y me llenas de confianza. Aunque se enojen mis enemigos, Tú me ofreces un banquete y me llenas de felicidad; ¡me das un trato especial! Estoy completamente segura de que tu Bondad y tu Amor me acompañarán mientras yo viva, y de que para siempre viviré donde Tú vives. Amén Señor!
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