Gracias SEÑOR porque después de una noche tan oscura hoy ha vuelto a salir el sol. Gracias porque las tinieblas jamás se podrán oponer a tu Luz y tu Propósito en nuestras vidas. Porque cuando amanece, en ese mismo instante también se renuevan tus misericordias.
Gracias porque con solo clamar a TI, TÚ apareces y respondes con Amor.
Enséñanos a confiar más en TI. Para que el desierto no nos cause tantos miedos, ni las sombras de la noche desconfianza. TÚ eres la Luz de nuestros días. No hay amanecer sin TI. Alumbra hoy el camino para que andemos en tu Voluntad y no conforme al deseo de nuestros corazones.
Si tu Presencia no va con nosotros, no nos dejes dar un solo paso al frente. Te creemos a TI y sabemos que lo que deseas para nuestras vidas es tu Paz. Perdona nuestra fragilidad. Rodéanos, Cúbrenos y mantente cerca por favor. Solamente así podremos seguir avanzando hacia la Promesa.
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