SEÑOR! Tú qué tienes el control sobre todas las cosas y te manifiestas en medio de todos nuestros tiempos. Tú, Hacedor de Maravillas! Poderoso en batalla. A TI clamamos hoy en medio del desierto.
Y pedimos que toques cada área de nuestras vidas. Aún aquella área que no se quiere someter. Entra a aquel rincón del corazón donde no te dejamos entrar porque nos duele Señor!
Borra nuestras rebeliones y ayúdanos a rendirnos enteramente. Porque solamente así podremos ser vasijas listas para ser moldeados por TI. Límpianos de nuestros pecados. Transfórmanos a la imagen de Jesucristo.
Sopla vida sobre nuestros huesos secos. Vientos de Gloria del Espíritu Santo que traigan cambio y sumisión. Te anhelamos como leones hambrientos, como alma sedienta de tu río de Agua Viva. Visítanos en esta hora y quita la venda de nuestros ojos para que podamos ver en dónde es que necesitamos renovarnos día a día.
Muéstranos en dónde fue que nos herimos para no volver a pisar aquel camino Señor, para caminar seguros. Confiamos en TI y en lo que estás haciendo y sabemos que no nos dejarás morir de hambre ni de sed en el desierto.
En el nombre de Jesús danos Paz. Y vuelve a encender la llama de la Fe y la Esperanza de un mejor mañana.
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