Hoy alguien dijo que tenía su alma deshidratada. Aunque sientas tu alma seca, estéril o incapaz de poder darse a los demás, recuerda que DIOS puede hacer que reverdezcas y que tu alma pueda volver a hidratarse.
Las decepciones y desilusiones de la vida pueden intentar secar tu cisterna, pero no permitas que las circunstancias te absorban y mucho menos que te cambien para mal.
Tu vida se puede convertir en un manantial o una fuente del que puedan brotar aguas donde otros se puedan refrescar.
Es tiempo de buscar a DIOS otra vez!
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