La FE se trata de seguir caminando aun cuando no vea ni entienda mucho de lo que pueda estar pasando a mi alrededor.
Va más allá de los sentimientos porque es una CONVICCIÓN profunda que da gracias por el milagro recibido o lo que se espera aun cuando no haya recibido la respuesta todavía.
La fe me lleva a CREER que DIOS sigue teniendo el control de mi vida y de mis tiempos.
A la misma vez me hace CRECER y MADURAR aunque por momentos yo ni siquiera me dé cuenta.
La fe me empuja a RECONOCER a DIOS como mi Soberano absoluto que nunca desampara a los suyos.
En medio de la tormenta, puedo sentir una PAZ desatada que me repite continuamente: ¡No temas pues yo estoy contigo!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario