Tu coraje y valor deben ser del tamaño de la Grandeza del DIOS en que crees...
Hoy te invito que creas en la Grandeza de DIOS como David creyó, así ningún obstáculo será imposible de superar, ni habrá enemigo imposible de derrotar, ni tormenta imposible de franquear.
Debes aferrarte a creer lo que no ves, a esperar lo inesperado, tal vez te sientas como en un salto al vacío, pero no es al vacío, es un salto a la fe, a la fe de saber que es el DIOS en tu soledad (nunca estarás sol@), el DIOS en tu prueba (no te dejaré), el DIOS en tu enfermedad (te sanaré), el DIOS en tu economía (te proveeré), el DIOS que te prometió y te ha de cumplir.
David pudo conocer la Grandeza de DIOS, y no tenía que mostrarlo como una gran carta de presentación: Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra. Salmos 121:1-2
Y de maneras poéticas podía mostrar la sobrenaturalidad de DIOS: El que se cubre de luz como de vestidura, Que extiende los cielos como una cortina, Que establece sus aposentos entre las aguas, El que pone las nubes por su carroza, El que anda sobre las alas del viento; El que hace a los vientos sus mensajeros, Y a las flamas de fuego sus ministros. Salmos 104:2-4
Hoy te reto al mayor reto de tu vida... Te reto a CREER y así ver el DIOS de David con amor.
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