Oremos:
PADRE! En este día te damos gracias por todo lo que nos das, aún sin merecerlo. Gracias porque Tus ojos están siempre sobre tus hijos y tu ayuda siempre llega a tiempo.
Porque en medio del quebranto, te paseas impartiendo consuelo y Tu Presencia nos dice que no estamos solos, y que podemos contar contigo siempre.
Gracias porque no importando cuán lejos podamos encontrarnos hoy, la puerta siempre está abierta para el Oportuno Socorro.
Ayúdanos a correr siempre a TI. Que nuestro corazón jamás se incline a los ofrecimientos de este mundo porque el fin de ese camino es muerte. Abre nuestros ojos para que podamos ver con claridad… y guía nuestros pasos para que no tropecemos. En el nombre de Jesucristo. Amén y Gracias
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