Nuestro GRAN desafío ahora, es pensar en maneras prácticas en las que estos eventos de la muerte y resurrección de Jesús DEBERÍAN cambiarnos.
¿Cómo deberíamos pensar sobre nuestro pecado? ¿Cómo podemos devolver, a nuestro día a día, la emoción y el gozo de lo que Dios ha hecho por nosotras? ¿Cómo debería eso afectar a nuestros días buenos y a los malos?
Pensemos en cómo deberíamos responder al mensaje de la Cruz. Y nuestra respuesta debería ser doble. Debe consistir en FE y ACCIÓN… como los primeros cristianos lo hicieron!!!
Debemos TENER FE en la vida que Cristo vivió por nosotras. Debemos también tener fe en Su muerte, en el perdón de nuestros pecados, creer en el PODER de la Resurrección. Tenemos poder para vivir una vida justa y piadosa. No va a ser fácil. DIOS nunca ha prometido que seguirle a Él sería fácil, pero sí dijo que estaría con nosotras siempre y que, con el ESPÍRITU SANTO en nuestro interior, podemos luchar contra el pecado y perseguir la santidad... FE es buscar más decididamente Su Presencia cada día, es permanecer unidas y en acuerdo en oración... Y esa FE debería movernos a la ACCIÓN.
Martín Lutero dijo, que si creemos, si tenemos fe, entonces no podremos evitarlo, HAREMOS BUENAS OBRAS. Nuestra motivación para las buenas obras es un corazón transformado, del que fluyen el Amor y la gratitud... por AMOR y por GRATITUD... por convicción!!!!... le llevamos Gloria a DIOS y le mostramos al mundo que hemos cambiado!!!
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