Querido SEÑOR:
En mi corazón conservo tantos momentos lindos Contigo. Momentos de Paz, momentos felices y aquellos momentos cuando hundida yo en un mar de angustia, TÚ me abrazabas y me consolabas. Cuando me susurrabas al oído y me decías: Yo estoy Contigo. No Temas.
Son esas memorias lo que me ha motivado a seguir adelante aun sin entender el por qué, en mi camino, siempre he encontrado tantas espinas.
Te he conocido en la angustia y también en mis alegrías. He visto Tu Mano obrando en mis situaciones difíciles y muchas veces también he podido entender Tu Silencio.
Hoy te confieso que tengo miedo. Miedo a no saber aceptar Tu Voluntad. Miedo a no poder tocar TU CORAZÓN. Y miedo a que hoy te encuentres tan lejos de mí que no puedas escuchar el grito de mi alma. Y tengo tanto miedo a tus Procesos porque en mi humanidad, siempre me agotan y me roban la calma.
Y tengo que confesarte que aún hay cosas en mi vida que no he podido superar. Estas emociones que a veces me dominan y no sé cómo controlar. El dolor que me oprime y no me deja razonar. La angustia de querer que siempre hagas mi voluntad.
Yo sé que TÚ eres Ser Supremo y yo ante tanta Grandeza, no soy nada. Ayúdame a entender que TÚ sabes lo que haces y que al aceptar Tu Voluntad te estoy diciendo: TÚ eres el dueño de mi Vida, haz como TÚ quieras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario