Yo sé que hay momentos en la vida que nos estremecen como humanos. Momentos cuando la FE se tambalea y no sabes qué hacer.
He vivido de todo en esta vida que para mí ha sido una escuela.
He visto la Mano de DIOS obrar en medio de cosas que para mí parecían imposibles.
Y he visto como Su Mano Poderosa usa hasta lo que tú pensaste que era una piedra en tu camino para ÉL Glorificarse.
Por eso, ya nada me asusta... Más bien he aprendido a fluir en medio de cualquier circunstancia.
Y si algo es demasiado fuerte al punto que me está venciendo, me hablo a mí misma y me digo...
Cálmate. Tómalo con Serenidad... Fluye… Deja todo en Manos del SEÑOR… Él sabe cómo hace las cosas y cuándo es el momento exacto para Glorificarse… Respira profundo y descansa en Sus Promesas… Y así, en esa Paz, le entrego todas mis cargas al ÚNICO que TODO lo PUEDE.
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