Voy a seguir mirando hacia al frente, aunque a veces mis ojos insistan en mirar hacia atrás.
Y voy a seguir proclamando mi Victoria, aunque las circunstancias me griten que soy un derrotado.
Mientras más fuerte sople el viento, más fuerte me sostendré de la Gracia y la Misericordia del SEÑOR y nada podrá moverme.
No hay sacudimiento, ni temporada, ni ataque del maligno, que pueda vencer a una persona que está agarrada del Propósito de DIOS.
Ni la oposición, ni la vergüenza, ni mi propia carne... Ni la sequía, ni el invierno, ni siquiera la muerte… Nada podrá impedirme ir en pos de mi Destino profético.
Mi destino fue escrito con Sangre derramada en el Calvario… Soy de Él… Fui comprado a un precio muy alto… Esa es la Única Verdad de mi Vida… En esta verdad me levanto hoy... En el nombre de JESUCRISTO. Amén!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario