QUERIDO DIOS:
En esta noche me presento ante ti, primeramente para darte gracias, luego para depositarte mi vida entera: mis sueños, mis silencios, pero también mis cargas, preocupaciones y deseos.
Hay cosas de las cuales no tengo control, pero TÚ que eres Soberano, tienes control hasta de los más mínimos detalles.
Por tal razón vengo a entregarte todas esas cosas de las cuales no tengo control, pero en las que sé que puedes obrar.
No te pediré que me quites las pruebas, te pediré más bien el Valor para resistirlas y la Sabiduría para poder aprender aquellas lecciones que debo conocer...
Cúbreme con tu Gracia, que tu ESPÍRITU SANTO me dirija.
En tus Manos están mis tiempos, sé que mi vida, mis planes, mis metas, están cerca de tu Corazón...
Todos mis asuntos los dejo en tus preciosas Manos sabiendo que en tu tiempo habrás de obrar.
En el nombre de tu precioso HIJO JESÚS.
Amén.
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