El Señor es mi fortaleza y mi escudo; confío en él con todo mi corazón. Me da su ayuda y mi corazón se llena de alegría; prorrumpo en canciones de acción de gracias. Salmos 28:7
DIOS nuestro, TÚ eres nuestra fortaleza y nos proteges como un escudo. En TI confía, nuestro corazón y recibimos ayuda. Acéptanos de entre todas las naciones como un pueblo que quiere servirte. Fortalece nuestro corazón, cuando pasamos por sufrimientos, pruebas, especialmente debamos enfrentar las dificultades que vienen cuando aceptamos la tarea de proclamar tu nombre y dar testimonio de TI. ESPÍRITU SANTO en tu fuerza nos escondemos para que nos protejas. TÚ nos puedes llenar con luz y alegría para proclamar una y otra vez la salvación que viene por medio de tu Bondad y Misericordia todopoderosa; la Salvación en el SEÑOR JESUCRISTO. Bendito seas, DIOS amoroso, por atender nuestros ruegos! Te ofrecemos nuestro corazón rebosante de gratitud, Amén
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