DIOS no quiere que le demos una hojeada a Su Palabra, Él quiere que meditemos en ella y le permitamos que nos cambie de adentro hacia fuera.
Es tiempo de desarrollar el hábito de la lectura diaria de las Escrituras.
"Gracias PADRE, por darme la fuerza para jamás renunciar. Estoy agradecido de que siempre estés conmigo y de que Tú peleas mis batallas. En el nombre de Jesús, ¡Amén!"
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