A veces nos visitan la Soledad, el Silencio y el Miedo. Escenario perfecto para la creación de complejos, heridas profundas y pensamientos destructivos.
Esas voces extrañas que solo vienen a perturbar. Esos ruidos innecesarios que apagan la FE y consumen las fuerzas hay que apagarlos inmediatamente. Amén
Oremos:
Señor! Aunque el enemigo haya preparado el escenario perfecto para confundirnos y para asustarnos, nosotros vamos a usar la Soledad y el Silencio para invocarte y para intimar contigo. Te invitamos SEÑOR a que vengas hoy a nuestro encuentro. TÚ que eres Luz, trae claridad mental. TÚ que eres Amor, te pedimos que abraces a cada vida que en este momento se encuentra solo/a. TÚ que eres El Buen Pastor, danos esa seguridad de que mientras TÚ estés cerca, nada nos va a faltar. Enséñanos el arte de Confiar en TI. Llévanos de la mano por el camino de la Fe, la Esperanza y el Amor. Para que el miedo desaparezca y prevalezcas TÚ. Ayúdanos a buscarte, hasta encontrarte. Y ahora SEÑOR, en medio del silencio dejamos ir toda carga y descansamos en TI. En el nombre de JESUCRISTO... Amén!
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