Tú decides y escoges… si entregar mezquinamente o brindar sin reservas.
Tienes en tus manos y en tu corazón el poder de dar agradecidamente o retener egoístamente.
Elijes si sujetar fuertemente la mano de quien amas sin importar las pruebas y adversidades que encuentres en el camino o soltar fácilmente ante alguna situación que por segundos te robe el entendimiento.
Pero, de lo que decidas dependerán muchas cosas.
Así, que analicemos y tomemos las mejores decisiones.
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