Avanzar es ir hacia el frente, es mirar para adelante. Es intentar progresar, marcar tu territorio, abrir tus alas, extenderte y volar.
Avanzar es ir en pos de tus sueños. Es luchar con valor y tenacidad. Es escoger tu terreno, explorarlo, sembrarlo, trabajarlo y prepararte para cosechar.
Avanzar es continuar caminando a pesar de los tropiezos. Mirar más allá de lo que puedes ver y pensar en descubrir y evolucionar. Es depositar tu confianza en Dios y lanzarte a la aventura de creer en fe que eso qué esperas y ambicionas, si te esfuerzas y esmeras, probablemente lo alcanzarás.
Avanzar es desafiarte a ti mismo y tratar de enfrentar tus miedos. Es aceptarte, amarte y respetarte. Es mirar al horizonte y saber que no importa lo duro, ni lo largo del viaje, no te detendrás hasta llegar, porque vale la pena caminar hacia tu destino.
Quien avanza abre caminos, cruza puentes, salta cercas, quita piedras del camino y aún agotado, mantiene su confianza. En malos tiempos aún puede sonreír porque la derrota no su opción.
Avanzar es correr hacia los brazos de tu PADRE celestial sabiendo que ÉL es quien imparte nuevas fuerzas y que quien clama a ÉL obtiene respuestas y sabiduría
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