En serio que, hay días en que si no fuera por la Misericordia y el Amor de DIOS, ni siquiera lograría levantarme de la cama. Pero, ¡qué bueno es ese PADRE CELESTIAL!... Siempre nos da fuerzas en medio de nuestros momentos de aflicción y dolor… Cuando creemos ser débiles es cuando más fuertes somos, porque ÉL y sólo ÉL, se perfecciona en medio de nuestras debilidades. No hay otro camino mejor que aferrarse, más fuerte que nunca, a los Brazos de PAPÁ, quien tiene el control de todas las cosas y no nos dejará ser probados más de lo que podamos resistir.
DIOS PRECIOSO, POR ESO TE ALABO, TE GLORIFICO, TE CANTO, TE HONRO, TE ESCRIBO Y TE AMO!!!!
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