El mandato del SEÑOR es digno de confianza: da sabiduría al sencillo.
Los preceptos del SEÑOR son rectos: traen alegría al corazón.
El mandamiento del SEÑOR es claro: da luz a los ojos.
El temor del SEÑOR es puro: permanece para siempre.
Las sentencias del SEÑOR son verdaderas… todas ellas son justas.
Salmos 19:7-9
La Palabra de DIOS es para nosotros de mucho más provecho, porque a través de ella podemos saber cuál es el pensamiento de DIOS. La Palabra nos muestra el camino hacia la Salvación, nos hace sabios en nuestro diario andar. La Palabra de DIOS, recibida por fe, es más que un tesoro, es más preciosa que el oro; es dulce para el alma, más dulce que la miel. Leámosla diariamente y saciemos nuestra alma con su alimento celestial.
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