CONCIENCIA
DIOS nos ha dado a cada una de nosotras, una conciencia que nos hace sentir culpables cuando hacemos algo malo. El apóstol Pablo la describe diciendo que ella nos acusa o nos defiende (Ro. 2:15). Para un seguidor obediente de Cristo, ocuparse de la conciencia es una forma importante de permanecer dentro de los límites de la moralidad a pesar de ser imperfecta.
Confesar el pecado, alejarse de él y enmendar los daños debería ser un estilo de vida (1 Juan 1:9 - Levítico 6:2-5).
El apóstol Pablo fue un modelo de cómo cuidar la conciencia, al decir: "Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres" (Hechos 24:16). Mediante la confesión y el arrepentimiento, le rendía cuentas a DIOS constantemente.
¿El pecado nos está molestando? sigamos el ejemplo del apóstol Pablo: Procuremos tener una conciencia limpia!
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