En el Salmo 51:12, David oró, Devuélveme la alegría de tu salvación.
¡David estaba en un momento muy difícil en su vida, y entendió que solo DIOS podía devolverle su alegría!
Esto es cierto para todos nosotros. Cuando nos enfrentamos a circunstancias preocupantes y temerosas que podrían robarnos la alegría, quitarnos la risa y provocar estrés en nuestras vidas, no intentes pasar por esto solo. Pídele a DIOS que te devuelva Su alegría a tu corazón.
¡ÉL está dispuesto y puede darte ALEGRÍA!
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