Nunca mires atrás. Olvida el pasado. Supéralo, no lo revivas.
Mirar atrás te distrae y te detiene.
Lo importante no es donde hayas estado sino hacia dónde vas.
Mirar atrás te ciega de lo nuevo que DIOS quiere hacer en tu vida.
DIOS continuamente nos invita a que vivamos a la luz del futuro en vez de las sombras del pasado. Lamentablemente, tendemos a revivir el pasado vez tras vez; deseando ya sea, otra oportunidad más o una repetición instantánea para saborear el momento una vez más.
Si continúas mirando hacia atrás terminarás viviendo en el valle del remordimiento o en el mundo de «me acuerdo cuando…» y el pasado llegará a ser la prisión del presente.
El pasado es una pared no una puerta. DIOS es el creador de cada COSA NUEVA pero jamás lo verás si continúas mirando hacia atrás.
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