Todos atravesamos tiempos difíciles, desiertos y tormentas que parecen querer destruirnos, pero es en esos momentos cuando nuestra oración no debe detenerse.
Aunque sientas que tus fuerzas y tu fe se debilitan sigue intercediendo, sigue confiando, DIOS a tu favor está trabajando!!
Es en tu incesante oración que DIOS detiene la tormenta, aquieta los vientos y abre los cielos para que veas el arcoíris que anuncia tu victoria!
Amigo/a ten fe, sigue orando… DIOS te ama y tiene cuidado de ti!
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