Padre Santo, Tú eres mi Dios. Tú eres mi Creador, Desde siempre Tú existes. Mi Dios, Tú no tienes límites. Qué maravilloso eres. Todo lo que existe me habla de ti.
Gracias, Padre, por tu Hijo Jesús que me muestra cuánto me amas. Borra, Señor, todo lo que me obstaculiza para conocerte.
Toca, Señor, mi mente tan apegada a lo racional. Hazme más sencillo, para captar lo maravilloso de tu amor para conmigo.
Sana en mí, Padre amado, las ideas erradas que me dieron de ti o que yo me fui formando durante todo este tiempo.
Sana Señor esa imagen errónea que tuve de ti, quizás porque mi padre era excesivamente duro conmigo, y pensaba que Tú también eras así.
Quiero conocerte realmente tal como eres Tú, Señor Sana mis preocupaciones. Haz, Señor que pueda estar siempre en tu presencia para adorarte en espíritu y en verdad.
Quiero experimentar en este momento el gran amor que Tú me tienes, para así poder testificar a todos que Tú eres Amor
Lléname de ese Amor, Señor, y ámame como Tú quieras.
Dame todo ese Amor que tanto me ha faltado hasta el día de hoy, y que pueda sentirme en este momento realmente amado por ti.
Señor, que tu Luz y tu calor fluyan por todo mi interior, quitando todos mis temores y dudas...
Señor, quiero entregarte todo lo que soy.
Rompe, Señor, todas las ataduras que no me dejan ser la persona que Tú quieres que yo sea.
Renueva en mí tu Vida, Señor Sé Tú mi dueño y mi Señor.
Gracias, Señor, porque me amas y me aceptas tal como soy Y gracias, Padre, por tu Amor incondicional que quiere lo mejor para mí. Amén.
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