¿Te levantaste esta mañana con la profunda convicción en tu corazón de que alguien estaba esperándote?... Es que el ESPÍRITU SANTO es una persona, y cada mañana nos prepara un desayuno de la Presencia de DIOS.
DIOS mira nuestro Corazón, nuestra sinceridad, nuestra búsqueda verdadera y apasionada,… por lo tanto, cada día, debemos desear RENOVAR el primer amor del encuentro. Ahí se entrelaza Su Corazón con el nuestro y podemos sentir Su Presencia como lluvia refrescante sobre nuestra vida.
DIOS habla a aquellos que se toman el tiempo de buscarle y encontrarse con Él.
DIOS, te amo con todo el Corazón, gracias por un nuevo día, tengo hambre de Ti, de tu Presencia. Un solo instante en tu Presencia lo renueva todo, lo transforma todo. Ven con tu lluvia, lléname, satúrame, inúndame con tu Amor, quiero serte útil y dar de lo que hoy recibo de Ti!
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