La ORACIÓN es nuestro bastión, la columna vertebral de la vida cristiana. A veces debemos dejar de buscar soluciones con nuestras fuerzas y recursos limitados para ACERCARNOS a DIOS en ORACIÓN y con humildad.
Su Palabra dice que, si nos acercamos y le pedimos, Él nos enseñará; es decir, nos revelará lo que no sabemos, lo que está oculto a nuestro entendimiento (Jeremías 33:3).
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