SEÑOR, TÚ conoces mis limitaciones, mis errores y mis pecados, conoces los traumas y complejos de mi vida.
Hoy, PADRE, te pido que por el Amor que le tienes a Tu Hijo Jesucristo, derrames tu Santo Espíritu sobre mí, para que el calor de Tu Amor Sanador penetre en lo más íntimo de mi corazón.
Tú, que sanas los corazones destrozados y vendas las heridas, sáname aquí y ahora de mi alma, mi mente, mi memoria y todo mi interior.
Entra en mí, SEÑOR JESÚS, como entraste en aquella casa donde estaban tus discípulos llenos de miedo.
TÚ, que apareciste en medio de ellos y les dijiste: “Paz a vosotros”… Entra en mi corazón y dame Tu Paz. Lléname de Tu Amor. Sabemos que el amor echa fuera el temor… Pasa por mi vida y sana mi corazón.
Haz brotar en mí los frutos de Tu Presencia. Dame el fruto de tu Espíritu que es Amor, Paz, Alegría. Haz que venga sobre mí, el Espíritu de las bienaventuranzas, para que pueda saborear y buscar a DIOS cada día, viviendo sin complejos ni traumas junto a los demás, junto a mi familia, junto a mis hermanos.
Te doy gracias, PADRE, por lo que estás haciendo hoy en mi vida.
Te doy gracias, de todo corazón, porque TÚ me sanas, porque TÚ me liberas,
porque TÚ rompes las cadenas y me das la Libertad.
Gracias, SEÑOR JESÚS, porque soy Templo de tu Espíritu y ese Templo no se puede destruir porque es la casa de DIOS. Amén!
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