DIOS conoce todo de mí. Conoce mis debilidades y también mis fortalezas. ÉL sabe cuando no puedo más. Entiende perfectamente cuando me siento poderosa y cuando me puedo derrumbar. ÉL conoce mis luchas y mi deseo de permanecer serena a pesar de la tormenta. Sabe que a veces callo cuando lo ideal sería Gritar fuerte hasta arrancarme del alma el dolor… Y esos días cuando lo único que puedo hacer es elevar mi mirada al cielo y Suspirar…
DIOS, GRACIAS POR AMARME TANTO… Y NO RENDIRTE CONMIGO!!!
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