Me acosté a dormir con muchos problemas en la cabeza. Ahí estaban aquellos conflictos sin resolver, Aquel malestar, aquel tormento, aquello que para mí era difícil de solucionar…
Y planificaba la manera de cómo enfrentarme a la vida hoy con más optimismo. Y pensaba terminar aquello que había dejado pendiente. Y dando vueltas en mi cama inventaba estrategias, y trataba de arreglar lo que había roto. Y comencé a soñar con todo el desastre del ayer. Y desperté toda desgreñada y con un fuerte dolor en el cuello… (En serio desperté así)
Demasiadas preocupaciones para una sola mente. Por eso hoy, he decidido hacer lo que puedo y lo que no, dejárselo al más Sabio, a Aquel que todo lo puede! Al Único capaz de solucionar aun aquello que para mí parece no tener solución.
GRACIAS SEÑOR, porque te tengo a TI en mi vida. Enséñame a DEPENDER más de Ti. Y llévame hoy de la mano a descubrir Tu Maravilloso Poder!
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