A veces nos levantamos con mucha prisa... Así mismo transcurren los minutos y cuando nos venimos a dar cuenta ya es medio día y aún no hemos orado.
Y es triste porque en medio de nuestros afanes diarios, nos sentimos solos, tristes y sin fuerzas. Sin contar con que el enemigo podría aprovechar ese momento de debilidad espiritual para atacar nuestra mente y poner allí aquellos pensamientos que nos podría volver a tirar al suelo.
No lo permitamos en este día… Mira que linda oportunidad DIOS nos ha dado para hacer de este día, uno diferente… Solo cerrar nuestros ojos y pedir al ESPÍRITU SANTO de DIOS que fluya por todo nuestro ser, llevándose todo aquello que pudiera entorpecer la obra maravillosa del SEÑOR en nuestra vida.
Este es el momento perfecto para eso. No dejes pasar la oportunidad. Te aseguro que tu día cambiará!
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