En muchas ocasiones llegamos
a un punto en nuestra vida que sentimos que ya no podemos más.
Es bueno cada vez que nos
encontremos en ese lugar… ponernos de rodillas a orar, abrir nuestro corazón
delante de DIOS… y dejar salir las lágrimas que sean necesarias!
DIOS de misericordia y DIOS de toda consolación, vengo ante ti para
rendirme totalmente en este día. Te pido SEÑOR JESÚS, que me tomes en tus Manos
y me consueles con tu Amor. Estoy cansada de batallar con tantas cosas. Quiero
que hoy me muestres mis errores y que me ayudes a ver bien en que estoy mal. Yo
quiero arrepentirme de corazón y cambiar mi forma de pensar y actuar.
PADRE perdóname, ten misericordia de mí y ayúdame.
SEÑOR, perdóname por haber herido a las personas que me rodean. Perdóname
por ser egoísta y siempre querer hacer mi voluntad, perdóname por no hacerte
caso y por no escuchar tu voz. Yo necesito tu ayuda, que TÚ me levantes y me
saques de este pozo de sufrimiento. Que TÚ me des el valor de cambiar mi vida.
Yo quiero echar mis temores a un lado, ya no me interesa guardar mi reputación,
ni vivir en orgullo, quiero admitir que mi vida es un desastre. Que por fuera
me veo perfecta pero por dentro estoy derribada. Estoy caída… pero en tus Manos
quedo postrada. Lista para que TÚ me levantes y hagas tu Voluntad.
Hoy pongo mi vida en tus Manos para que TÚ me rompas completamente y me
vayas formando, cambiando, y edificando conforme a tu Buena Voluntad.
SEÑOR enséñame a ser como TÚ, ser manso y humilde de corazón. Enséñame a
ser prudente y a comportarme bien. Estoy cansada de sufrir las consecuencias de
mis actos. Quiero hacer tu Voluntad, dame la valentía para cambiar.
SEÑOR me rindo a ti... Y te pido, que entres en mi corazón, en vida y me
renueves!!!
"Derribados,
pero no destruidos;" (2 Cor. 4:9)
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