Mantengan el fuego del altar encendido.
Mantengan el incienso de la oración ascendiendo.
No permitan que el fuego de la oración y el ayuno se apaguen.
El fuego sobre el altar prontamente se encontrará con un FUEGO EXPLOSIVO DEL CIELO que va a ser arrojado con una furia que va a sacudir al infierno y avanzará al cielo en la tierra.
El altar te posiciona para el FAVOR que el Padre QUIERE OTORGAR…
Sigue ORANDO, sigue ALABANDO, sigue ADORANDO!!!
Tenemos que orar no para que Dios nos escuche sino hasta que podamos escuchar a Dios.
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