¡Perdonar no es olvidar, perdonar es vencer!

¡Perdonar no es olvidar, perdonar es vencer!

El perdón tiene un efecto poderoso.

No hay sentimiento más liberador que ser perdonado. Cuando perdonamos, vamos más allá del pasado y damos una nueva oportunidad al perdonado ya nosotros mismos.

Perdonar no es olvidar, perdonar es superar lo sucedido. Superar el pasado puede ser difícil, por eso tenemos a CRISTO que nos perdonó y nos dio la posibilidad de escribir una nueva historia. Con JESÚS aprendemos a perdonar. Y si perdonamos, es porque un día recibimos el perdón divino.

El acto de perdonar no depende del arrepentimiento de la otra persona. No necesitamos recibir una disculpa para tomar la iniciativa de perdonar. Cuando perdonamos, nos quitamos el peso del resentimiento. ¡Cuando perdonamos, nos liberamos!

¡LIBÉRATE Y SÉ LIBRE, PERDONA!

No te dejes consumir por el resentimiento. Busca perdonar, pide a DIOS que te ayude en este proceso. Cuando perdonamos, le quitamos una carga a nuestro prójimo y también nos quitamos una carga a nosotros mismos.

Recuerda que hemos sido perdonados y justificados por la gracia de DIOS.

¿Quiénes somos para no perdonar?

Para orar:

SEÑOR, si hay cosas que me cuesta mucho perdonar ayúdame a perdonar, quita de mí lo que no te agrada y añade de lo que me falta, si Hay cosas que me paralizan y hoy quiero superar estos problemas, ayúdame. Tu perdón me hizo libre, quiero permanecer libre, en tu gracia y en tu amor. Amén.

PERDONA PORQUE CRISTO TAMBIÉN TE PERDONÓ.