Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe.* Debido al gozo* que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que ésta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios. Hebreos 12:2
Es muy fácil desviar nuestra mirada por las distintas atracciones que nos ofrece el mundo pero lo importante es mantener nuestra mirada en el SEÑOR JESUCRISTO para que permanezcamos en el camino que nos conduce a la vida eterna.
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