Confía en el SEÑOR, y haz el bien; habita en la tierra, y cultiva la fidelidad. Salmos 37:3
El SEÑOR no desampara a sus hijos, es fiel a sus promesas, sin embargo, Él espera que nosotros pongamos toda nuestra confianza en Él y que seamos siempre fieles.
¡Adelante! no te detengas porque lo que te espera es glorioso.
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