En ocasiones parece que todas las puertas se cerraron y pareciera que todo está perdido, y es ahí cuando nos detenemos y miramos arriba y reconocemos que nuestro Auxilio y Socorro vienen de lo Alto.
No importa cuántas veces te han dicho no, o cuántas veces te han cerrado la puerta, el que te llamó está y estará pendiente a ti y de los tuyos. No Desmayes.
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