La mayoría de las personas tratan de mantener algo fuera de la vista (o sea ESCONDIDO!!!). Puede ser algo tan inofensivo como trastos/cachivaches/enseres en un sótano, o tan tóxicos como los fracasos morales y espirituales que se intenta ESCONDER de los demás, de una misma, e incluso de DIOS!
En el Salmo 32, el rey David describió cuan inútil fue tratar de ESCONDER su pecado (v 3 y 4) y el alivio que sintió al abrirle su corazón a DIOS (v 5).
Confesar nuestros pecados a DIOS y ABANDONARLOS genera una sensación de libertad en nuestra alma, y nos da la tranquilidad de saber que no tenemos nada que ocultar.
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