Mi espíritu clama por tu PRESENCIA. Por ese toque especial que da VIDA y que marca la diferencia. Por ese ALIENTO que me renueva, da fuerzas y que hace que respire aires de libertad.
Mi ser desea ser mojado por la lluvia de tu GOZO, por la paz que lo hace descansar. Por esa fuerza que lo hace luchar aún en medio de las dificultades.
DIOS eres indispensable para mí, no hay nadie en el mundo que pueda darme lo que TÚ me das. Por eso acudo a TI, SEÑOR, por eso corro desesperada buscando el aliento DIOS, de mi sustento.
Es que sé que solo lo encuentro en TI, nadie más me lo puede dar. Y soy rociada por tus Bendiciones y Misericordias todas las mañanas. Transitas conmigo no importan las horas y aún en las noches tu Presencia siempre me acompaña.
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