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enero 05, 2020

Eres un bellísimo diamante


Eres un bellísimo diamante. Pero a veces, opiniones de personas que realmente no conocen tu esencia ni la persona maravillosa que eres, te hacen sentir como si fueras una joya falsa y sin valor. El tesoro que eres y que llevas dentro de ti, no lo determinan aquellos que no te conocen realmente.

Lo que tú eres lo determinó tu Creador desde el cielo. Tú eres su máxima creación.

Quizás haya unos diamantes que brillen más que otros, tal vez, otros tengan un tamaño mayor o menor, pero todos somos diferentes, únicos y especiales.

Cada uno de nosotros poseemos un valor incalculable.

Siempre he pensado que una autoestima saludable es cuando sabes reconocer tus fortalezas y tus carencias. Cuando no necesitas pisar a nadie para llegar hasta el lugar donde deseas y trabajas con esfuerzo para lograrlo.

Una persona con autoestima saludable conoce quién es y por eso no piensa que es mejor ni peor que los demás. Una persona con autoestima saludable no es arrogante, porque uno de los principios que JESÚS enseñó y demostró fue la humildad.

Pero hoy quiero dirigir este mensaje en especial a ti que tal vez tengas en estos momentos tu autoestima lastimada o agrietada. A ti que llevas tiempo levantándote y sintiéndote miserable porque no pareces ser o cumplir con los estándares de belleza o de personalidad que "algunos" han decidido dictar.

En ti reside la Fortaleza y la Motivación de ser y de mostrar lo maravilloso que eres.

Créeme, que de verdad te entiendo. Sé lo que se siente ser tratado como si fueras inferior, sé lo que es sentir una mirada de rechazo o menosprecio, que duden de lo lejos que puedes llegar o de las cosas que puedas alcanzar. Sé lo que es mirarse al espejo y sentir que no cumples con los estándares que otros dicen que debes tener y por ser diferente al promedio te etiqueten, critiquen o se burlen.

Pero he descubierto con el pesar de los años que eso no habla mal de mí, sino de las personas que lo hacen. Porque en mi interior, en la intimidad secreta con mi DIOS, yo descubrí el VALOR que tengo y lo inmensamente AMADA que soy no solamente por ÉL, sino por aquellos que tienen la capacidad de amar y de ver mucho más allá de lo que los ojos pueden. De aquellos que pueden escuchar y sentir mucho más allá de lo que se les dice.

Hoy deseo recordarte que tienes un precio incalculable. Eres una mujer y un hombre que mereces ser valorado, amado, pensado y considerado porque también contigo DIOS se tomó tiempo para hacerte ÚNICO, VALIOSO, IRREPETIBLE y ESPECIAL.

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