A veces no podemos controlar los pensamientos que vienen a nosotros. Pero sí podemos decidir cuales vamos a mantener. Los pensamientos que permanezcan son los que se convertirán primero en acciones y luego en hábitos. Protege tu mente y piensa en todo lo honesto, todo lo bueno, y en todo lo que sea digno.
"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros". Filipenses 4:8-9
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