Hay momentos en la vida en los que debemos de pasar por algunos desiertos, pues ellos nos ayudarán a aprender cosas que teníamos que aprender, nos ayudarán porque nos harán entender que necesitamos de ese refugio, que necesitamos apoyarnos sobre esa roca que es CRISTO.
El tiempo de tu desierto nunca será eterno, vendrán días mejores sobre tu vida y familia. DIOS convertirá la tierra seca en manantiales, hay que dejar de estar mirando los escombros y las ruinas y comenzar a creer que si Él habló, Él cumplirá... No estás solo(a) y DIOS renovará tus fuerzas!!
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