Que hoy puedas decir:
El Gran Amor del SEÑOR nunca se acaba, y Su Compasión jamás se agota.
Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡Muy grande es su fidelidad! Por tanto, digo: «El SEÑOR es todo lo que tengo. ¡En Él esperaré!»
Bueno es el SEÑOR con quienes en Él confían, con todos los que lo buscan.
Bueno es esperar calladamente a que el SEÑOR venga a salvarnos!!
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